TE QUIERO DE AQUI A LAS ESTRELLAS............

Sábado 12 de junio, parece una mañana cualquiera, de cualquier fin de semana, pero por alguna razón y casi sin querer, he puesto más atención a la cantidad de imánes que tengo en el refrigerador y por consiguiente, la cantidad de papeles que se van acumulando debajo de ellos. Empiezo a revisarlos , sin ganas, solo por ver que caerán irremediablemente, si no quito alguno que seguramente no necesito ya. La lista del supermercado quizás, la receta del médico y de pronto, bajo dos o tres cosas, encuentro una hoja de escuela la cual ya casi había olvidado que tenía ahí.Es un trabajo , hecho con unas manos pequeñas de 6 años que dice:

MAMA TE QUIERO DE AQUI A LAS ESTRELLAS Y DE REGRESO...........

Me trajo recuerdos maravillos, maternales todos ellos porsupuesto, época en las que los hijos te ven y te quieren como un ser superior y todo poderoso, seas madre o padre, estan seguros que no hay nadie mejor ni a quien puedan querar mas. Epoca en la que el padre es quien todo lo puede, todo lo consigue, es un ser enorme al que los hijos admiran y aman y la madre es la dulzura, el amor en toda su expresión y su único fin es amarlos y hacerlos sentir perfectamente bien.

De pronto me ví en esas noches en que arrullaba a mis hijos y les cantaba canciones de cuna y en el tiempo en que ellos aseguraban:

- MAMA CUANDO YO SEA GRANDE SERE COMO MI PAPA Y ME CASARE CONTIGO.-

- MI MAMA ES LA MAS GUAPA Y ES UNA REINA Y LA AMO CON TODO MI CORAZON.-

Y yo, ya sabrás, toda emocinada por los recuerdos y los sentimientos voy con mis hijos y la realidad me da un portazo que me hace despertar y me doy cuenta.....

Que mi hijo de 22 años , se pasa todo el día metido en un extraño ecosistema llamado habitación, colgado a un celular (móvil) con llamadas gratuitas programadas para la novia en turno, que sale solo por supervivencia a comer, desayunar o cenar y de pasada le da un beso a la que se supondría su prometida para todo la vida ( o sease yo). Que cuando por fin decide salir al mundo, es para coger las llaves y marcharse a la universidad, a ver a los amigos o a vivir, simplemente a vivir.

Que el adolescente de 13 años, está en la edad en que no lo soporta ni Dios, el mismo mucho menos, y la única que se arma de paciencia es esa reina que se suponía era la más bella de todo el universo y a la que ahora saluda en un plis, al subir o bajar del auto a la escuela, porque o va demasiado dormido o sale demasiado acalorado para acordarse que no hay ninguna mas chula que yo. Que su prioridad mayor es que pueda vencer a un fulano virtual, que lucha en el "X BOX "o subir un nivel en el " PPS". Las espinillas, la poca proporción entre su cuerpo y sus extremidades ocupan la mitad de sus pensamientos. Los mails de los amigos y la novedad de descubrir que ya no le desagradan tanto las niñas; son su complemento cotidiano.

Y si se te ocurre mencionarles aquellas frases dichas, según ellos, hace un siglo , te pasan a ver con una cara de WHAT, y una mirada inquisidora como diciéndote:

- Madre por dios empiezas ponerte mayor!!!!!!!-

Anisssssss, el caso es que, inesperada e inexorablemente, los hijos crecen en un abrir y cerrar de ojos.

Las niñas que se divertían con sus muñecas y sus juegos de té, que adoraban al padre y juraban no fijarse en ningun otro hombre jamás, se han convertido en mujeres que lo han cambiado por el chico, chaval, bicho, muchacho o como quieran ustedes llamarle, ese que vive en la esquina y que cuando sonríe se le marcan unos hoyuelos que las hacen suspirar. Ahora su mundo lo ocupan las amigas, el artista de moda, la ropa moderna y las ganas de soñar.

Y los niños han olvidado sus promesas de amor correspondido, en el mismo lugar donde han guardado sus soldaditos, godzilas, autopistas y anillos supersónicos. Viven en el mundo de los deportes, los autos, las chicas, nenas, chavas o similares. Con la meta fija en comer, dormir y vivir a sus anchas y en libertad.

Y nosotros los padres, los vemos crecer día a día, sin olvidar jamás que siguen siendo esos seres pequeñitos, esos locos bajitos de Serrat, que ahora tiene voces y cuerpos de adultos, pero que para nosotros siempre seran aquellos que acunamos, que cuidamos y a quienes siempre diremos:

TE QUIERO DE AQUI A LAS ESTRELLAS Y DE REGRESO