jueves, 3 de diciembre de 2009

UN SUEÑO DE VIDA (CAPITULO II)


Dios, apenas puedo creer que me haya retrasado tanto para nuestro nuevo encuentro querido lector, pero hay algo que me ha alegrado muchísimo, de verdad, has leído mi relato y estas acompañandome, eso es genial, Gracias, nunca creí que pasaría algo así y déjame decirte que se siente fenomenal!!!!, prometo no volver a atrasarme en mi entrega semanal, con distracciones tan vanales como buscar empleo (ja, ja, que mira que es una labor algo complicada eh? ,pero bueno dejaremos eso para después)


EL INICIO DE MI VIAJE:


Se que te parecerá increíble, pero a pesar de lo importante que era para mí este viaje, mi falta de experiencia me hizo cometer errores incomprensibles. Por inconcebible que parezca y a pesar de tener mi billete desde tres meses antes de emprender mi viaje, sucedió algo que aún no me puedo explicar. Perdí el vuelo con destino al D.F. de donde partiría hacia Madrid. Si¡¡¡¡¡¡¡¡ leíste bien llegue tarde a abordar el vuelo que me llevaría a realizar mi sueño, ese que tanto esperé ese que tanto planee. Dios que papelón, lo peor cuando uno se equivoca no es la equivocación, sino esa sensación de estupidez, que te invade. Los que sean más o menos de mi época, seguro recordarán esas caricaturas en las que cuando algún personaje cometía una tontería le ponían cara de suela de zapato y la palabra tonto? pues así me sentí yo ! LA MAS TONTA¡


Miércoles 23 de septiembre, fecha correcta pero debí salir a las 4 de la tarde y no a las 7 p.m. como yo programé. cuando llegué al aeropuerto y me di cuenta de mi estupidez, no pude más, que como si tuviese 5 años me dejé caer al suelo y comencé a llorar de forma inconsolable, y ahí estaba yo con mis maletas, sentada bajo el mostrador de Mexicana de Aviación y sintiendo que todo se venía abajo. La pobre chica del mostrador asomaba la cabeza y me miraba como tratando de entender mi actitud y es que ella nada sabía de los esfuerzos de los problemas y sobre todo de la poca posibilidad que tenía yo de poder pagar un nuevo billete. (ahora al recordarlo es como una anécdota más, causa una risa inevitable, no cabe duda como cambian las cosas según la perspectiva con que se miren)


Después de la impresión del momento, me levanté dispuesta a hacer lo que fuese necesario, pero que podía hacer, no había modo de llegar al D.F. a tiempo para abordar mi vuelo a Madrid. Lo que si me quedo claro fue que recibí mi primera lección:


"JAMAS DES POR SENTADO ALGO SIN VERIFICARLO MAS DE UNA VEZ"


Tras dos horas de espera unas cuantas lágrimas más, y la desesperación de la pobre chica de la línea área, me pudieron conseguir un asiento para el día siguiente, misma hora de salida y bajo las mismas condiciones, claro con un cargo de 200.00 euros, demonios!!! ¡Aún no inciaba a el viaje y ya empezaba a despilfarrar el dinero!. Cuando todo quedo arreglado la niña que me atendió no paraba de recordarme una y otra vez, al entregarme mi nuevo boleto, que debería estar en el aeropuerto a más tardar a la 1 en punto de la tarde, ¡por dios! creo que me lo recalcó 5 veces, seguramente temía que fuera capaz de volver a perderlo y presenciaría otro episodio de frustración de mi parte. Y así regresé a casa, más tranquila con la seguridad de que no volvería a perder el vuelo y dispuesta a que nadie más supiera que fui capaz de cometer tal disparate, no al menos hasta que regresara de mi viaje.


Fue camino a casa cuando la poca vergüenza que poseo me hizo pensar en el ridículo que acababa de hacer, no quise ni imaginar la cara que habrán puestos mis hijos y su padre cuando me senté en el suelo del aeropuerto a llorar, no pude más que soltar una sonora carcajada y guardar un silencio sepulcral durante el resto del trayecto a casa.



Día 24 de septiembre, sin contratiempos llegué al D.F. y espere cuatro horas mi transbordo a Madrid, más doce horas de vuelo, fueron, 16 horas llenas de nerviosismo, emoción y aprenderme de memoria las tres únicas películas, muy malas por cierto, que transmitieron durante el vuelo, por fin, el esperado anuncio: "Estimados pasajeros, en unos instantes aterrizaremos en el aeropuerto de Madrid."



No podía creerlo, estaba ahí, llena de una mezcla de euforia y miedo, pero feliz de haber logrado dar el primer paso.


Baje del avión, respiré hondo y sentí el aire de España, fue algo así como libertad, satisfacción y felicidad, sensaciones entremezcladas, que aún no puedo describir.


El aeropuerto, ¡madre mía! enorme, filas y filas de bandas eléctricas, gente andado de prisa hacia todas partes, yo llena de esperanzas y maletas , maletas llenas hasta el tope. Es increible lo que una mujer carga para viajar, te juro que si hubiera sabido lo que me esperaba hubiese viajado con una sola maleta con las cosas verdaderamente importantes, pero bueno ese tema lo trataremos mas adelante puedo asegurarte que hay mucho que aprendí al respecto.



Del encuentro con mi familia, en la sala de espera, puedo decirte que fue además de emocionante mucho más sencillo de lo esperado, quizás no me lo creas, pero cuando me vio quien fue a recogerme, mas que nunca comprobé que los lazos de sangre existen. Jamás nos habíamos visto, pero en cuanto nos miramos me dijo algo que disipó una de mis inquietudes principales de toda esta aventura, me sentí bienvenida:- No cabe duda María, tienes ese aire de familia.-



Mi primera impresión al recorrer las calles de Madrid camino a la casa donde me hospedaría, fue ver ante mi una ciudad enorme, llena de edificios, literalmente colmada de ellos. Fué algo que llamó mi atención de momento , estaba acostumbrada a que los edificios donde yo vivo estan mezclados con casas de un solo piso .Pronto aprendí que en casi todas la ciudades que visité de España eso era algo de épocas remotas. Quizás te parezca un comentario poco importante, pero no olvides que todo cuanto uno conoce por primera vez importa, y en este caso tendrá más adelante su razón de ser, te lo aseguro............... Bueno espero nos veamos la próxima semana, ¿ SI ó SI ?

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