jueves, 21 de noviembre de 2013

EL RECUENTO DE MIS DAÑOS






Como  desacostumbrarme a la deliciosa  costumbre de tener tus abrazos.  Como me pide la vida que  aprenda  a vivir  sin ti en mi regazo

Aun sin quererlo me he convertido en los despojos de mi vida pasada. Dicen que ha sido el destino que me ha hecho una mala jugada. Yo solo sé que me siento como los escombros que quedan después de una tormenta que arrasa con todo y que no hay forma de saber por dónde empezar a levantarlos.
He perdido casi todo sin aun estar segura que parte es por mis faltas. Si alguna vez pudiera llegar a creer que la vida te cobra al 1000 por uno tus errores, juro que me debe una vida completa porque se ha cobrado con la paz de mi alma.
Cierro los ojos tratando de recuperar los recuerdos dulces los momentos de felicidad y solo veo el dolor, el abandono y la cobardía, solo siento la furia de mi corazón que en carne viva grita y reclama, porque aún no puedo entender nada. Ya no tengo noches y días solo una constante penumbra que apenas alumbra el camino que debo recorrer aún cuando ni siquiera deseo caminar.
Un día desperté y me vi con e l alma el valor y el ánimo en ruinas, dicen que soy fuerte que sobreviviré, que debo levantarme, pero de donde fregados quieren que saque las fuerzas si se han llevado mi ilusión y mi alegría. Me han llamado de tantas formas, Valiente, cobarde, frágil, fuerte, egoísta débil, atea amargada, conformista. Yo solo sé que soy el dolor, los residuos y las ruinas de toda una vida llena de sueños y planes que un día se estrelló contra el destino y que no encuentra la forma de pegar los pedazos de un espíritu quebrado. Soy la preocupación de quienes amo y a los que no quisiera preocupar. Soy el testimonio de un irremisible fracaso y de una eterna soledad. Voy dando tropiezos día a día y me sostengo de la mitad de corazón que me han dejado, pero ahora es el momento de dejar que esa mitad vuele y por más que miro y reviso no sé de dónde demonios me podre colgar. Si al menos pudiese dormir, si tan solo pudiera parar de llorar, quizá podría descubrir hacia donde pueda subir, ahora que ya no puedo caer más.

JULIAN, ANDRES, SOLO MI CORAZON SABE CUANTO LOS AMO……………